Mensaje de Navidad 2021

El templo estaba demasiado alto, pero el joven Helios estaba decidido a intentarlo. Desde el suelo, al levantar la cabeza solo se divisaban cientos de peldaños coronados por un cúmulo de nubes que impedía ver el final. Todo hacía intuir que el templo estaba demasiado alto, cerca del Sol, pero el joven Helios estaba dispuesto a intentarlo. Antes de empezar, los que por allí deambulaban le gritaban, “¡loco, jamás lo conseguirás!” Otros, en tono jocoso, murmuraban, “dónde irá…”, pero Helios estaba decidido. Comenzó a subir poco a poco. El siguiente paso era siempre más duro que el anterior.

Por el camino aprendió que para eludir el cansancio podría distraer su mente de diversas formas, jugando con el pie de apoyo, primero izquierdo luego derecho, al revés y vuelta a empezar. Cuanto más subía, más cosas podía distinguir. Veía cómo eran los pájaros que sobrevolaban las esferas más altas del cielo. Veía cómo se formaban las nubes. Cuanto más subía, más allá de los confines su tierra podía ver, un horizonte mucho más lejano, pero inmensamente bello. Por el camino, también tuvo tiempo de pensar en todos aquellos que le habían servido de inspiración, aquellos que humildemente le habían prestado toda su ayuda, aquellos que seguían con él y los que ya no. Y en ella, también pensaba mucho en ella, en Clitia.

Casi al final del camino, aunque él no pudiese saberlo por las nubes, exhausto, paró y se sentó. Levantó la cabeza, respiró profundo y entonces se dio cuenta. La gente podía estar en lo cierto, igual jamás lo llegaría a conseguir, pero subiendo había conseguido crecer tanto que sí de nuevo a la tierra bajase, de los cielos miedo ya no tendría. Había disfrutado del camino, había aprendido y sobre todo había crecido.

Por los perdidos, por todo aquellos que tienen miedo a empezar su camino. Encontrad en vuestra vida aquello que amenice vuestros días: ese trabajo, ese estudio, ese paseo por el campo o la sonrisa de esa persona que la vuestra sacará. El camino es duro y muchos desencantos depara. La soledad, el miedo, la angustia, la inseguridad son y serán compañeros de viaje con los que tendremos que lidiar, pero gracias a ellos, al final, la pena habrá merecido luchar. Disfrutad del proceso, no sólo os preocupéis por el resultado, y al final, se consiga o no, el crecimiento personal persistirá.

Felices fiestas y próspero año nuevo. Que este año os permita a todos empezar a subir vuestra propia escalera, y a los que ya están en ello, ánimo, que paso a paso y disfrutando se conseguirá.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:9.

Atentamente,

P.D.: En la mitología griega, Helio o Helios, es la personificación del Sol, así que al final lo consiguió.