Vespertina de raza,
la Chari no pone café en taza,
solo vaso de cristal
y una sonrisa al entrar.
Cuando había examen,
cafetera.
Cuando había celebración,
un ron.
Y ahora que nada queda,
tostada con jamón.
¡Chari!, muchas gracias,
de corazón.
Gracias a ti, todas las mañanas,
el día empezaba con el sol.
