cómo los pies se hunden en la arena,
cómo la ola rompe y el viento hace sanar,
cómo el silencio salino orilla mi pesar.
Callad, que quiero oír la mar,
que se apaguen las voces superfluas,
callad, que sólo hablen la espuma, la ola, la sal,
callad, que a mi me bastan ella, y el mar.